La Torre Glorieta Insurgentes: Un Icono de Sostenibilidad y Diseño en México

Yoram Cimet y Sholem Cimet diseñan una torre de oficinas que redefine el paisaje urbano y establece nuevos estándares de sostenibilidad.

La inspiración para el diseño de la torre provino de un graffiti que decía "NO LIMITS" en un edificio abandonado que solía estar en el sitio. Este mensaje resonó con los arquitectos, quienes se propusieron diseñar un proyecto que revitalizara el espacio y diera nueva vida a una parte descuidada pero muy importante de la ciudad.

La Torre Glorieta Insurgentes consta de 26 niveles sobre el suelo, con tres niveles de estacionamiento subterráneo, un gran vestíbulo de triple altura, siete niveles de estacionamiento sobre el suelo y 18 pisos de oficinas. El edificio fue construido siguiendo los estándares de la Certificación LEED Platinum, lo que lo convierte en uno de los edificios más sostenibles de México.

La torre se distingue por sus fachadas de vidrio de triple capa de baja emisividad, que permiten una mayor entrada de luz natural y reducen la ganancia térmica. Además, el edificio cuenta con un sistema de iluminación y sombreado con detección de ocupación, uso de luz natural, atenuación y programación en todo el edificio, teniendo en cuenta las condiciones interiores, exteriores y de orientación. También utiliza paneles solares en el techo.

El proyecto comenzó en mayo de 2014 y se terminó en abril de 2018. Durante este tiempo, los arquitectos trabajaron en estrecha colaboración con expertos locales y extranjeros para lograr soluciones para el desarrollo urbano, que incluyen cada parte del ciclo de vida del edificio, desde la construcción hasta la operación.

El diseño de la Torre Glorieta Insurgentes ha superado varios desafíos creativos, técnicos y de investigación. Uno de los mayores desafíos fue diseñar un proyecto que se insertara como una aguja de acupuntura urbana en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, convirtiéndose en una punta de lanza en el rescate del área conocida como la rotonda de Glorieta Insurgentes. Sin embargo, el resultado final es un edificio de alto estándar internacional que combina arquitectura y tecnología con talento local hasta estándares internacionales.

La Torre Glorieta Insurgentes es un ejemplo de cómo la arquitectura y la sostenibilidad pueden trabajar juntas para transformar el paisaje urbano y establecer nuevos estándares de sostenibilidad. Es un testimonio del talento y la visión de Yoram Cimet y Sholem Cimet, y un recordatorio de que no hay límites para lo que la arquitectura puede lograr.