La Colección de Chocolates Baltija: Un Regalo de los Países del Mar Báltico

La firma Bold Brands crea un diseño de empaque de confección inspirado en el Mar Báltico

El nombre de la confección, Baltija, proviene del nombre lituano del Mar Báltico. El mar, que es vecino de ocho países diferentes, se convirtió en la principal inspiración para este proyecto. Sin una identidad propia, el mar es tranquilo y acogedor, lo que llevó a los diseñadores a seleccionar el faro como el principal símbolo del empaque. El color azul verdoso profundo del mar también se refleja en el diseño, aportando un toque de vibración y lujo que permite que el empaque destaque en el contexto de la confección en toda la región báltica.

El diseño de la Colección de Chocolates Baltija es único en su enfoque de representar la diversidad de los países del Mar Báltico. En lugar de utilizar elementos gráficos específicos que indiquen un país u otro, se optó por un diseño atemporal con ilustraciones de estilo victoriano. Este estilo, lleno de formas ondulantes y dinámicas, recuerda el movimiento y la volatilidad del mar. El fondo contiene una escena marina única con un faro en primer plano, uniendo todo el diseño.

El empaque fue impreso con tecnología offset, enriquecido con barniz mate y elementos de lámina de cobre. Tres paquetes separados fueron creados para esta línea de productos. Uno de los paquetes, que contiene más de cincuenta caramelos, redujo el uso de plástico e introdujo separaciones de papel. La caja de quince caramelos fue decorada con un tipo de cubierta poco común, dando al empaque general más elegancia. Para extender la misma experiencia visual, la barra de chocolate fue empacada en un sobre de cartón con los mismos gráficos.

El proyecto comenzó en enero de 2020 y finalizó en mayo del mismo año. Durante este tiempo, se realizó una importante investigación para determinar el consumidor del producto. Los resultados revelaron que a menudo se compra como un recuerdo de la región báltica. Esto llevó a la conclusión de que el diseño del empaque debería comunicar más sobre el Mar Báltico que sobre el contenido de la caja. Se prestó una atención extrema a los detalles y la estética general del paquete para desencadenar una emoción positiva en el usuario final.

El mayor desafío fue encontrar un símbolo que unificara a toda la región báltica, identificar al público objetivo y cómo se consume el producto. Con estos criterios en mente, fue un gran desafío elegir el estilo gráfico correcto, sutil y lujoso, que también tuviera que ser atemporal y muy diferente de la competencia. El resultado es un empaque atemporal y de lujo de los países bálticos.